martes, 20 de diciembre de 2011

Desvelos


La soledad transpira
la esencia radical del hombre
Estelas grisáceas bajo la luz amarillenta
propician el mítico encuentro
y se erizan los poros sudorosos del instante
Cómo harían mis antepasados
Qué asombro los obligó
a inventar dioses,
ritos
y dejar sus vestigios en el tiempo.


Reverente invoco el códice sagrado.
Interpelo el misterio de la noche
En vigilia voy a su fuente
transcribiendo
las memorias del sol
y lo que perdura más allá de la muerte.


Amasijo la arcilla,
su luminosa piel de agua me recorre
Intensos pálpitos milenarios
seducen
Visible magia de otras manos en las mías.
Vuelo de palomas palpitantes
saltan
en la dúctil materia complaciente.

 
Las horas del desvelo
ansiosa y dulce locura
extraña calidez envolvente
mis manos en las suyas
fluidas
acinturan insospechadas sensaciones
Desato temblores
de encubiertos enigmas
El cuerpo sin control
arrebatado
metamorfoseándose
con su respiración acompasada en mi nuca,
acaricia
hombros
brazos
manos
torso
encendiéndome en su color de siena tostado.


Mágica ternura cabalgando
rito de siempre presentido
Y la creación voluptuosa tomó forma
y el ancestro creador
dentro
o fuera de mí
doblándome
desdoblándose
conjurado misterio
                           desvaneciéndose
                                             desvaneciéndome.


lunes, 31 de octubre de 2011

De la muerte y otros enigmas.



Y la muerte
se acurruca y murmura:
Soy dueña del dolor.
Soy metáfora del lirio
y también de la espina
donde pierde la rosa su inocencia.
Atado llevo el mundo
a mi eterna venganza.
Tejo escombros y descansos.
Hasta que Dios me indulte
cualquier mediodía de soles verticales
cualquier medianoche sin luna ni abrigo
en esta tierra de nadie y de todos,
de tantos sentimientos explotados
y tantos cuerpos ignorados.
Donde no existen la miel ni los trigales.
Solo la tormenta que azota mis guaridas,
maldiciéndome.




II     
         
Daga premonitoria, clava los silencios. 
Resisto el adiós. 
Él, habla de Dios y de la muerte,
la siente atisbando.
Yo no quiero ni tengo nada que darle,
ni café, ni un paraguas.
Pero ella ronda, e insiste.
Yo solo tengo una liana roja con borde amarillo
y una cruz para atarla.

III

Y él, míralo,exultándola en este estar y esperar,
concibe el término del sueño, y 
atisba las disparatadas luciérnagas desadormecer
el punto culminante de su tema,
siempre en duermevela
esperando el término o el inicio de un suceso.




Yo. En desventaja.
Acosada.
En pie de guerra, blandiendo mis poemas.
Haciendo y deshaciendo retablos de emociones
fragmentadas.

IV

¿Dónde dejaste mis expiadas vivencias?
¿Acaso subastaste el ámbar de mi luna?
¿Para qué columpiar la cíclica turbación de la memoria?.
¿Por qué en ese instante se establecen y flamean en mí,
gritos nocturnos?
Cuando se tumba el día directo,
sin preguntas,
¡cómo un Dios encadenado y sin respuesta!


Mírame:
de pie ante ti, Señor.
Desnuda el alma
te entrego mi dolor atormentado.
Porque en este esperar cercado de misterios,
bajo el luminoso amatista, la tarde enciende
nardos y jazmines,
enfrentándonos,
atando los latidos a un sol fugitivo e invariable.
Miro el azul, cada vez menos azul.
Sincero el amor y la palabra.
Porque todo y nada es para siempre
y en la bruma otoñal,
mi estrella una lágrima suspende.


V

¿Dónde sueñan sin dormirse tantas lejanías?
¿En qué lúbrico margen bosteza el alba
y trémolas alas fulguran en los pétalos del nardo?
Siento su cuerpo estremecido.
Su cuerpo curvado se afana y se desboca
enamorándome hasta el último sentido.
Su beso
se adueña de mi piel, como enunciada elegía
con olor a hierbabuena y vino tinto.
¿Para que entrar en laberintos de preguntas?.
"El laberinto no existe. El laberinto es uno")



Y la muerte, 
llegará a amasijar la porfía,
en esta soledad abierta
hacia un Cristo arqueado
en la expresión sublime de su tránsito.
    Que sea tu voluntad y no la nuestra.
                   ¡Padre Nuestro
                   que estás en los cielos!



sábado, 8 de octubre de 2011

UN BANDONEÖN GIME Recuperar texto

UN BANDONEÓN GIME
                                               


Una mirada
Un presentimiento
La respiración
Un escalofrío 
Instante anhelado
cual beso del agua sobre la arena.
Un tango de Piazzola.
Sensación tibia
dulce
insinuante
arrolladora
dirige los pasos del encuentro.
Invade el lenguaje sin palabras
con el ansia.
 Lúdica sucesión de abandonos fusionándose.
Los sentidos despiertos  impregnados de ensoñaciones
revolcándose al roce de los cuerpos.
El movimiento audaz
posesivo juega
como un río
sus cadencias voluptuosas.
Mientras
la pasión delega 
se desliza
instiga seductor en tu sonrisa.
La magia inmersa nos encara de 
encendidos movimientos.
Clásica y puntual exigencia. 
Los pasos se entrelazan
mi  pierna sube a vos cual una enredadera
la sujetas posesivo
el ademán crece
entremuere
se agita.
El tango nos une y nos separa
con su lirismo de blasfemia.
El bandoneón gime
 un giro me eleva o me lanza hasta la sima
me desliza.
Soy 
una cobra realizada que
 busca arrellanarse en tu pierna
y  el tango persiste.,
Exhibición de conflictos pasionales
acción y desenlace
retablo de
nosotros mismos
Para volver una y otra vez
  
 "Como el viajero que huye
  tarde o temprano
   detiene su andar"
  
Juego amatorio del tango
trágico y arrabalero
con su  liberación de inhibiciones
conjuga  su vertical clímax en una sincronía de
 acercamientos sensuales.
Restregos camuflados.
Dolorosas lejanías.
desprecio y llanto
y el desamor se desborda
en desventura y duermevelas.
El recuerdo recurrente
nos deja desolados.
Inquietos
Despechados
Nostálgicos
y aún así,
bailamos
cantamos al compás de su batuta.
Nos retoma su amalgama
de arrebato y desencanto y
 nuevamente busco la sensualidad de tu mirada
reflejada en la mía
las notas desabrigan las pasiones internas
y el cortejo en su plasticidad
definitiva y tajante
con toda su pasión nos encamina
en el reincidir planeo del arrasador
 y sensual arrastre de los pies,
el voleo
y ese  perturbador y sudoroso jadeo de la piel
y de nuevo
la separación
el giro
la sutilidad del arabesco
la proximidad palpitante sin rozarse
el espacio imprescindible para los pasos
el cerco del abrazo con las piernas
y vos y yo
con el diálogo íntimo de la seducción
bailando tango. 


 

lunes, 26 de septiembre de 2011

Arde mi piel



 Se despeina mi eco
en tu mar
regocijante.

Provocas
llamaradas en mi lumbre.


Arde mi piel
bajo el amparo
de tu luz
que exhala
tu fragor
en mi presencia



¿Por qué astillé el aire?


¿Por qué astillé el aire 
y profané sus oquedades?

¿Por qué rompí los espejos?
(Para no escuchar su perdón)

¡Oh tránsito violado
de sueños y esperanzas!

¿Por qué subsiste esta llaga
y cabalga sin razón
los laberintos?

¿Hasta cuándo serán crueles
los insomnios
enclaustrando esta rara 
conciencia?

Si abrí la puerta,
si le obligué a que se fuera
y otras tantas veces
le retomé impúdico en mis arterias.

Y en mi desvarío 
se tornaron mis afanes en poesía...



¡Oh secreta voz!
 ¡Oh invisible creatura!
En el inicio y la reacción
el amor y el dolor visten
el vertical desamor que nos obliga.

Quítame la alianza carcelaria.
( Destruye la visión del cuadro impreciso).

Déjame estirar mi cuerpo
sin extrañar su loca inquietud,
agitándome como una espiral fragmentada.

Déjame volar mirando al cielo
y desvelar mi nostalgia en celo.

Déjame ahuecar la danza
y en su fantasìa crujir mistificando el fuego.

Déjame el valor de no... regresar
cuando se muere el amor.

"Simetría del Silencio"