lunes, 26 de septiembre de 2011

Arde mi piel



 Se despeina mi eco
en tu mar
regocijante.

Provocas
llamaradas en mi lumbre.


Arde mi piel
bajo el amparo
de tu luz
que exhala
tu fragor
en mi presencia



¿Por qué astillé el aire?


¿Por qué astillé el aire 
y profané sus oquedades?

¿Por qué rompí los espejos?
(Para no escuchar su perdón)

¡Oh tránsito violado
de sueños y esperanzas!

¿Por qué subsiste esta llaga
y cabalga sin razón
los laberintos?

¿Hasta cuándo serán crueles
los insomnios
enclaustrando esta rara 
conciencia?

Si abrí la puerta,
si le obligué a que se fuera
y otras tantas veces
le retomé impúdico en mis arterias.

Y en mi desvarío 
se tornaron mis afanes en poesía...



¡Oh secreta voz!
 ¡Oh invisible creatura!
En el inicio y la reacción
el amor y el dolor visten
el vertical desamor que nos obliga.

Quítame la alianza carcelaria.
( Destruye la visión del cuadro impreciso).

Déjame estirar mi cuerpo
sin extrañar su loca inquietud,
agitándome como una espiral fragmentada.

Déjame volar mirando al cielo
y desvelar mi nostalgia en celo.

Déjame ahuecar la danza
y en su fantasìa crujir mistificando el fuego.

Déjame el valor de no... regresar
cuando se muere el amor.

"Simetría del Silencio"